Curiosidades de la Antigua Roma

A continuación, podrás leer y ver imágenes relacionadas con algunas falacias, lagunas o particularidades de la Antigua Roma. Me gusta poner este adjetivo en mayúsuculas, espero ser comprendido con ello...

1. Consumo de hortalizas y otros alimentos sólidos.

Ni el tomate, ni la patata ni nada que proviniese del otro lado del charco ni de más allá del Éufrates... por ello, la siguiente imagen es una pequeña falacia (pues no es esta dieta mediterránea la que ha aportado el legado romano pero sí lo es la influencia sobre el consumo de productos naturales).

Apicio, el gran experto culinario que recogió muchísimas recetas de la Antigua Roma en el S. I dC (dentro de su De Re Coquinaria), jamás mentó nada que fuese, posteriormente, importado por los conquistadores de las Américas: sépase el tomate, la patata, el pimiento, el maíz, la yuca, la batata, la piña, el aguacate, el cacao, la guindilla, la calabaza (de halloween), el higo chumbo, el azúcar de caña, el cacahuete,... Tampoco la berenjena, el arroz, la naranja y otros alimentos que vinieron de Asia y que, por aquellos entonces, aún no habían sido usados por los romanos del Mediterráneo ya que estos alimentos llegaron en la Antigüedad tardía. Lo que sí consituía una gran dieta mediterránea se componía de castañas, legumbres, apio, cardo, chirivía, nabo, zanahoria, acelgas, puerros, coles, espinacas, habas (no frijoles)... y otros grandes alimentos que Apicio disfrutaba de usar en sus recetas y que, sobre todo las clases pudientes (patricios y otros no romanos), consumían además de pescados, carnes, frutas y algunos maravillosos "procesados" como eran los pasteles de todo tipo (sin chocolate). 

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